Buenas noches, ahora mismo son las 2 menos diez y estoy sentado frente a mi mac para escribir... como estas comprobando ahora mismo ya que me estas leyendo (si es que con las obviedades soy un hacha jajaja), la verdad es que me apetecía escribir algo y supongo que también me apetece compartirlo con alguien y no escribirlo en un archivo y que se quede por ahí en un lugar recóndito del disco duro hasta que un día me lo cargue sin que nadie haya podido verlo. Creo que toda historia tiene que ser contada, que toda vida tiene algo que decir al resto del mundo, hubo una persona que se cruzó en este trayecto que llamamos vida que me dejó marcado. Era un hombre que vivió de todo, participó en una guerra, vivió una preciosa historia de amor, tuvo una familia enorme, buenos hijos y otros no tanto, tuvo unos estupendos nietos y el mejor biznieto del mundo. Me enseñó muchas cosas, fue como si hubiese sido mi abuelo, y hoy en día sigo lamentando su pérdida, fue un hombre que me enseñó como la sonrisa de un niño, puede arreglar cualquier mal que uno tenga en el cuerpo.
Me gustaría contaros su historia, toda la historia de su vida, ya que con ella se podrían escribir un montón de bellos libros, pero no soy quién para contarla, además seguro que la contaría mal, ya que puedo omitir detalles de manera inconsciente y dejarme llevar por mi propia inspiración atribuyéndole cosas que quizá no haya hecho o sucesos que no hayan ocurrido. Además para ello necesitaría el consentimiento de su familia, consentimiento que no tengo, eso está claro. Pero no necesito consentimiento para decir que fue uno de los hombre más nobles con los que he compartido una conversación, un hombre bueno y grande. Quisiera dedicarle un pensamiento, ya que es lo mínimo que se merece una gran persona. Eras grande H. Descansa estés donde estés.
Es una persona que nos dejo hace ya mucho, ¿porqué lo recuerdo ahora? sencillo, hoy he hecho limpieza general en mi casa, y como pasa siempre, cuando revuelves el polvo de debajo sale la historia, he encontrado viejas notas, viejas cartas y he recordado buenos y malos momentos. Fueron más los buenos en la época de las notas y me hicieron recordar a este gran hombre que; con tanto cariño, sigo queriendo como si fuera mi propio abuelo. También el reencontrar dichas notas han reavivado ciertas llamas y han reabierto heridas que todavía estan demasiado frescas y sin cicatrizar. Supongo que por eso me he sentado aquí a escribir. Necesitaba desahogar la carga que tengo dentro, no tengo odio dentro de mi, no tengo desprecio, podría tenerlo, muchos lo tendrían y otros; no solo lo tendrían, lo exteriorizarían. Yo no, solo tengo tristeza, dolor y pena, una pena que hace que a uno se le encoja el alma hasta el mismo punto que te hace pensar que no te queda nada dentro, el sentimiento de un cascarón vacío. Yo creía que tenía cosas superadas, creía que los pasos que estaba dando me alejaban del abismo, lo único que hacían era coger carrerílla para saltar a él. Sigo roto, sigo hecho pedazos y cada vez que intento juntarlos, viene un niño con su pelota y hace los cachos más pequeños... está claro, si consigo recomponerme nunca más seré el mismo otra vez. Me he vuelto una persona horrible, antes me reía de todo, intentaba bromear, me tomaba la vida con gracia, ahora... mi vida es una sombra, no vivo, sobrevivo, mi vida está colocada en un pasado que ya no existe, en un instante en el cual lo perdi todo, es como vivir en lo alto de una montaña y de golpe estar bajo el agua del mar más profundo. Sentir como todos tus planes de vida desaparecen en un momento, como todo por lo que has luchado desaparece en segundos. Es muy dificil recorrer toda una vida, pero es muy facil perderla. Como se suele decir, morir es facil, lo dificil es vivir.
domingo, 1 de marzo de 2009
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