jueves, 3 de enero de 2019

Biografía de un lunático

Entramos en el 2019 y; si todo va bien, este año cumpliré 35 años lo que; viendo la esperanza de vida de los varones de mi familia y mi maravilloso estado de salud, se resume en que estoy en el ecuador de mis días.

Quiero hacer un "pequeño" (sé que me va a quedar un tocho cojonudo, pero necesito escribirlo), resumen de mi vida hasta ahora, algo que quede como hecho tangible de que pasé por estos lares, aunque sé que pocos lo leerán y pocos le darán la importancia que le voy a dar yo, pero lo escribo por mi, no para agradar ni para explicar nada a nadie, así que, sin más preámbulos, esta es mi biografía.

Nací el 6 de Julio de 1984 a las 7:15 de una tormentosa mañana en el Hospital de Cabueñes de Gijón, soy el segundo de la familia Fernández Valdés y último nieto en vida de mi abuelo Víctor.

Crecí entre Asturias y Castilla, mis padres, por motivos laborales, se tuvieron que mover a la capital castellana y; por ello, estuve entre ambas tierras. En mi tierra se dice que "uno no es de donde nace, si no de donde pace" y no estoy para nada de acuerdo, aunque he pasado la mayor parte de mi vida en Castilla, nunca me he sentido castellano y estoy tremendamente orgulloso de ser asturiano.

Tuve una infancia, en cuanto a lo familiar, maravillosa, tuve unos abuelos impresionantes y unos padres que siempre estuvieron ahí (en la medida de lo posible, mi padre viajaba muchísimo), crecí con primos como si fuesen hermanos y con un hermano que; a veces, se portaba bien conmigo, tuve unas maravillosas vacaciones de verano en Gijón y unas navidades preciosas con toda la familia, en ese aspecto, tuve una infancia muy, pero que muy, feliz.

Pasé parte de esa infancia entre Valladolid y Aranda de Duero, como he dicho antes, por motivos laborales mis padres se movían mucho, lo cual hizo que no mantuviese nunca las amistades con nadie, tuve muchos compañeros, pero nunca muchos amigos. Cursé preescolar en Valladolid y los primeros 4 años de primaria en Aranda de Duero, a la vuelta a Valladolid era el "doble paria", un niño venido de un pueblo como Aranda y que; encima, no era castellano. Se metían conmigo por mi manera de hablar, por mis expresiones y siempre he tenido una personalidad fuerte, si metes a dos gallos en un gallinero, lo normal es que se peguen, así que eso era lo que pasaba, a la salida del colegio me esperaba siempre un grupo de 4-5 "compañeros" para pegarme o para increparme hasta que llegaba a casa, al día siguiente los iba cogiendo uno a uno en el recreo y me iba vengando de ellos, para luego a la salida que volviese a ocurrir lo mismo, y así estuve 2 años.

Empecé la ESO, soy de la generación que reestrenó el ir al instituto a los 12 años, como éramos muchos y no tenían bien pensado cómo hacerlo, nos dividieron en grupos y una parte hicimos 1º de la ESO en un colegio adaptado como anexo al instituto y otros se fueron al instituto de verdad ¿adivináis a quién le separaron de la gente con la que se llevaba bien y le dejaron con sus "abusones" en clase? Exacto. ¿Qué fue lo que ocurrió? Pues que el mayor tocapelotas que tenía en el colegio, pasó a ser compañero de clase, así que ya el primer día, nos peleamos y nos pusimos cada uno en nuestro sitio.

Nunca he sido un alumno sobresaliente, era algo del montón, no es que me gustase mucho estudiar y había alguna que otra asignatura que se me atravesaba, se me daban muy bien las letras y alguna que otra asignatura de ciencias, sin embargo era un negado con las matemáticas (irónico, soy programador, pero a eso ya llegaremos), cansado de tantos abusos por parte de compañeros de clase, acabé yendo a defensa personal, en concreto, Taekwondo, no se me daba nada mal, llegué bastante rápido a segundo Kup (cinturón rojo), y lo compaginaba con el fútbol, cosa que tampoco se me daba nada mal, incluso llegué a jugar en las categorías inferiores del equipo de la capital, pero eso es otra historia. Por todas estas actividades extraescolares y por mi afición al estudio, no es que tuviese muy buenas notas, tuve una temporada en la que me junté con gente poco deseable (gente tóxica que sólo quería que estuviese con ellos y no me acercase a nadie más, otros que se dedicaban a ir de bronca en bronca midiéndose las chorras para ver quién era más fuerte, otros que les gustaba el alcohol y otras sustancias insanas), así que ocurrió lo que era un secreto a voces, repetí 3º de la ESO, y me sirvió un poco como toque de atención, pero no mucho...

Cuando repetí tercero, me llevé el mayor palo de mi vida, perdí a mi abuelo y a los 3 meses, a mi abuela... no me recuperé de eso y; como ya dije antes, estaba en malas compañías, lo que hizo que empezase a coquetear con la bebida, no estoy justificando mi actitud de aquella época, pero fue hacia donde me empujó. Al año siguiente, diagnosticaron a mi madre una enfermedad digestiva bastante agresiva y perdió muchísimo peso (llegó a pesar 45kg), estuvo ingresada mucho tiempo hasta que la operaron, todo salió bien y ahora lleva una vida más o menos normal. Pero en esa época, mi padre estaba volcado en ella y mi hermano estaba en una edad difícil y muy agresivo, así que estaba "sólo" y era el pequeño, así que... no podía acabar de otra manera, además, hacía poco que me habían lesionado y tuve que dejar todos los deportes que me gustaban, así que esa válvula de escape, también la perdí.

Tuve pequeños encuentros con mujeres, pero no me interesaban demasiado, sólo quería acallar las voces que me perseguían todos los días e intentaba ahogarlas en alcohol (a pesar de ser muy joven), hasta que un día quise tomar las riendas de todo eso que me estaba haciendo y decidí cambiarme a mi mismo y con 16 años ¿cómo lo haces? pues de la manera más tonta, siempre he llevado el pelo largo, así que me lo corté bien corto, me puse un pendiente y empecé a utilizar las gafas que no usaba nunca (tengo muy pocas dioptrías y veo bien sin ellas, de hecho, a día de hoy, no las utilizo), y con esto empecé a llamar la atención de dos chicas que estaban en mi grupo de "amigos", dichas chicas tenían sus parejas y llevaban ya cierto tiempo con ellos, pero uno tenía su percha cuando era joven jajaja.

Bromas a parte, empecé la que sería mi segunda pesadilla.

Salimos todo el grupo una noche, fuimos a hacer un botellón y después a una discoteca y una de estas chicas tenía a su novio en Madrid, así que pensó que no tenía "moros en la costa" para acercarse a mi, y estuvo toda la noche conmigo, esa noche se dijeron y se hicieron muchas cosas de las que no estoy orgulloso y de ahí surgió una relación a 3 bandas, ella con su novio y yo a ratos con ella... así estuvimos varios meses y él tuvo la genial idea de venir a buscarme a mi casa para partirme la cara (el pobre se volvió a la suya caliente...), en conclusión de todo esto y como resumen, ella no sabía con quién quería estar de los dos, y estuvo jugando con ambos a ver con quién se quedaba al final y acabó decantándose por estar conmigo y empezamos una relación, creo recordar que la fecha era el 28 de Junio del 2001, es importante esta fecha...

Al año de estar juntos, en plena celebración, se quedó embarazada y aquí comienza mi tercera pesadilla.

Ella tiene una falta en el verano de 2002, mis padres deciden que nos vayamos ese año de vacaciones a París (no les conté nada, no quería joderles las vacaciones), y el único que lo sabía era mi hermano. "¿Qué vas a hacer?" me preguntó, nunca he sabido contestar a esa pregunta y a día de hoy no sé qué contestar... Pasamos las vacaciones en familia y a la vuelta se hizo un test de embarazo y dio positivo, yo tenía 17 años y ella 19, y en ese momento, se me cayó el mundo encima, piensas "¿Qué hago?", "Se puede abortar, todavía estamos a tiempo", "¿Y si lo tengo? ¿Podría darle una vida digna?", etc, etc, etc.

Al principio lo hablamos y parecía que ambos estábamos de acuerdo en abortar, éramos muy jóvenes como para andar teniendo esa carga ahora, fuimos a planificación familiar y estuvimos con una trabajadora social que nos dijo que yo era un desgraciado porque; claro, soy hombre, que no era buena idea abortar, que yo le podría dejar y que el niño iba a estar con ella toda la vida, que en esto yo no tenía decisión porque era su cuerpo y ella tenía que decidir, que yo no pintaba nada, así que, como ella era adoptada y sus "padres" no le hicieron lo mismo, pues, decidió seguir adelante con el embarazo. A todo esto, mis padres se enteraron tarde de todo, aunque con tiempo para poder hacer un aborto y mi padre lo ofreció como única opción para él, al enterarse de todo lo ocurrido en la asistente social, se enfadó bastante (sobretodo conmigo), y estuvo una buena temporada sin hablarme. Como yo quería abortar, en casa de mi pareja no me hablaban y no me miraban, mi madre, como había traicionado su confianza, no me dirigía la palabra, es más, yo entraba en casa y ella salía por la puerta porque no quería ni verme, mi padre me amenazó porque mi madre estaba delicada por su estado de salud y me llegó a decir "como tu madre se vuelva a poner mala, te arranco la cabeza", y mi hermano... mi hermano estaba, sin más, mi único momento de paz durante todo el embarazo era el autobús que me separaba de la casa de mis padres a la casa de mi novia...

Con todo esto, cambió mi forma de ser, me volví más serio y retraído en mi mismo, no hablaba casi con nadie y eran contados los días que sonreía, todo esto tuvo una ventaja y es que me refugié en los estudios mientras ocurría esto y saqué buenas notas, recuperé asignaturas que llevaba arrastrando y pasé de curso, cuando este terminó, vino mi padre a felicitarme "con todo lo que has pasado y has sido capaz de sacar todo el curso y lo que tenías pendiente" y, aún me duelen estas palabras, pero le respondí "ahora no quiero saber nada de nadie, me habéis tratado todos como una mierda y me he encontrado sólo, no quieras venir ahora como que no ha ocurrido nada". Ese año, me había presentado al proyecto Comenius, que era una iniciativa para cursar el bachiller en Italia, Inglaterra, Francia, Bélgica, etc, varios países europeos, y mi grupo ganó, hicimos la ruta del Hereje, plasmando todo el camino que hace el Reo en la obra de Delibes por las calles de Valladolid, renuncié a mi puesto para que fuese un compañero para estar con mi "nueva familia", años más tarde el Ayto. de Valladolid utilizó nuestro trabajo como reclamo turístico y; ni siquiera, tuvo la decencia de mencionar al centro de estudios que elaboró dicho trabajo, ya no hablo de los alumnos, hablo del centro, pero eso... es otra historia.

El 27 de Marzo del 2003 a las 0:45 de la mañana, con un peso de 3440gr y midiendo 51 cm, nació mi hijo, Gabriel. Y, podían ocurrir dos cosas en ese momento, o maduraba de golpe y empezaba a ser consciente de que alguien dependía de mi y que él no pidió venir a este mundo, o seguía con mi vida de niñato (no olvidemos que cuando nació mi hijo yo todavía tenía 18 años), así que me dio por madurar y centrarme, cambié los cubatas por los pañales y el tabaco por polvos de talco, me levantaba a las 4:30 de la mañana a preparar biberones y me iba a trabajar a las 5:00, para luego entrar a clase a las 8:30, he sido segurata, mozo de almacén, camarero, he trabajado de traductor, he repartido flyers, he hecho de todo.

En el año 2004, un compañero de clase me preguntó si quería tener un perrito, ya que un amigo suyo había tenido una camada de perros y le quedaban un macho y una hembra, pregunté en casa de mis padres y mi padre me dijo que un compañero suyo de trabajo quería un perrito para su hija, y que; cómo iba a separar a los hermanos, se quedaba con los dos, así que fui a casa de este chico por los cachorros y los llevé a casa de mis padres, estos se enamoraron de la perrita y se quedó en mi casa, le llamaron Lluna, era puro amor, y; para mi, era bastante irónico, toda la vida queriendo tener un perro y; cuando me voy de casa, entra un perro en ella jejeje.

En cuanto a los estudios, mi sueño era haber sido Pediatra (¿he dicho ya que era muy mal estudiante? pues también era muy optimista), así que me dije "tengo a un niño detrás y no puedo andar perdiendo el tiempo, y no voy a aguantar el trajín de estudiar y currar a la vez, necesito algo que pueda ponerme a trabajar pronto y sin acabar en cualquier mierda", así que comprobé las dos cosas que se me daban bien: la cocina y la programación (siempre quise hacer videojuegos, cuando cumplí 8 años, mi padre me regaló un Spectrum y un libro de programación en Basic para niños, y desde entonces siempre estuve trasteando con la programación), así que me decanté por esta última y me fui a estudiar un módulo de desarrollo de aplicaciones informáticas, mientras tanto, mi novia empezó a hacer el CEFOR en el acuartelamiento Teniente Galiana... aquí empieza la cuarta pesadilla...

Mi novia, por aquellas, no tuvo ese "brote" de responsabilidad para con nuestro hijo, huía de todo ello y evitaba cambiar pañales, llevarlo de paseo, bañarlo, etc. Buena parte de la culpa la tenemos su madre y yo, ya que nos encargamos del niño totalmente, cosa que agradezco a su madre enormemente, porque llevó mucho peso de los años iniciales de mi hijo. Pero ella no tuvo nunca la responsabilidad, ni el sentimiento de peso de ser madre, varias veces me dijo "es que yo a Gabriel, no lo veo como mi hijo, lo veo como mi hermano pequeño", ya, pero es tu hijo, le respondía yo siempre.

Cuando íbamos a algún sitio, buscaba la manera de encasquetar el niño, o a su madre, o a sus tíos, mis padres no eran una opción porque, claro, no quisieron al niño al principio, no se merecían cuidar de él cuando ya llegó al mundo (otra de sus maravillosas frases), así que mis padres veían al niño de Pascua en Ramos.

El caso es que necesitábamos dinero, teníamos la intención de casarnos, formalizar todo y empezar a vivir como una familia, así que había que ahorrar, ella terminó sus estudios de dietética y realizó las prácticas en un centro de salud, así que no había opción de que se quedase allí a trabajar, porque había que sacar plaza de interno y mucha más burocracia con la que no os quiero aburrir, que bastante lo estoy haciendo ya con mi vida. El caso es que; en unas ferias, vio el puesto del Ejército de Tierra y pensó "pues yo valdría para las fuerzas armadas", así que le animé a intentarlo... maldita la hora... hizo la formación y, durante esta, conoció a un Canario con el que tuvo un pequeño affair (quiero pensar que pequeño), y cuando acabaron la formación, él se fue destinado para allá y ella quería irse con él. Hay que añadir que la mayor parte del acuartelamiento, lo pasaban en el propio cuartel (como es lógico), así que nos veíamos bien poco, yo, con los horarios de trabajo y estudio, y con el niño, además de todo esto, entré en periodos de ansiedad y engordé un montón (llegué de los 80kg a los 134...), le veíamos alguna vez, cuando salía de permiso, pero, pasaba por casa, se cambiaba y se iba de fiesta con sus compañeros, al niño y a mi, ni nos veía, ni nos llamaba, sólo hablaba con su madre y poco y mal.

Se juntó con un grupito de su cuartel que estaban todo el día de fiesta y con un mando que estaba casado, pero que se liaba con las "Ceforinas", en este grupo no entraba mi novia, mi novia andaba liada primero con el canario, y luego con uno de Valladolid, al cual le pillaron con su coche por las calles de la ciudad en compañía de ella... en fin.

Terminó el periodo de formación, juró bandera y le destinaron a Logística en Valladolid (AALOG 61), llegando a ser la secretaria del Capitán o Teniente, o lo que sea que está allí... al poco de empezar en ese destino su abuelo desaparece (ella era huérfana, perdió a su padre con 10 años, y su abuelo había sido como su padre para ella), intentamos localizarlo pero no hubo manera, así que fuimos a su casa y subí a su vivienda, la puerta estaba cerrada con llave y estaba todo a oscuras, lo llamé 3 veces y al llegar a la mitad del pasillo, giré la cabeza y me lo encontré en el suelo, entré en pánico y salí corriendo de la casa, llamamos a la ambulancia y la policía y sólo pudieron certificar la muerte. Esto le provocó una profunda depresión y estuvo de baja muchísimo tiempo, lo que propició que nos tocase ir a Madrid al Gomez Ulla a un tribunal médico y le declararon "con personalidad desadaptativa para las fuerzas armadas", causando su cese como militar y quedándose en el paro. Al poco, consiguió trabajo en una frutería como dependienta, pero volvió a tener problemas de salud, volvió a caer de baja y volvió a quedar en el paro. Mientras ocurría todo esto, yo seguía en el módulo, nos casamos el 28 de Mayo del 2005, a causa de la boda y todo lo demás, repetí el primer año del módulo, pero el resto lo saqué bordado, acabando con muy buen expediente.

Pero, no han acabado las pesadillas, y viene la más gorda de todas...

Aquí tengo un baile de fechas porque fue una época que lo pasé tan mal, tan terriblemente mal que me duele sólo recordarlo, tras lo ocurrido con el ejército y habernos casado, ella consiguió trabajo en el Eroski como reponedora, llevábamos un año casados, y allí conoció a un chico 5 años más joven que yo (y, por ende, 7 más joven que ella), que "lo veo como mi hermano" me dijo, y en mi cabeza resonó un "malo, esto va a acabar mal", y; como se suele decir, piensa mal y acertarás. Empezaron una relación "en secreto" (secreto a voces, porque lo sabía todo dios), empezaron las llamadas a escondidas, a no aparecer por casa, decir "no voy a cenar, quédate con el niño", a todo esto, nos habíamos mudado a una casa que tenía su madre en el centro de la ciudad, y que estuvimos reformando (era un piso de más de 40 años, y le tuve que hacer de todo), el caso es que con tantos engaños, tantas mentiras, tantos malos tratos, tanto psicológicos como físicos (me llegué a personar en una comisaría para poner una denuncia y me dijo un policía "un tío tan grande como tú, ¿y te pega una mujer? pues se la devuelves y está, que queda eso en casa", me quedé alucinado), así que el 6 de diciembre de 2006, me intenté suicidar, me corté las venas del brazo izquierdo, y a mitad del brazo, antes de terminar de cortarlas, pensé en mi hijo y paré, me vendé con una toalla y llamé a mi mujer, y a mi hermano, aparecieron mi padre y mi hermano en casa antes que ella, mi padre me soltó un bofetón, que no se me olvidará en la vida y mi mujer apareció a las 2 horas, cogió al niño y me echó de casa.

Me volví a dar a la bebida hasta el punto de que me dio un fallo hepático, que me provocó un amago de infarto con una pericarditis aguda sin derrame (lo de sin derrame es importante, si hubiese habido derrame, no estaría escribiendo esto ahora mismo), perdí a mi hijo ese día (él recuerda verme llorando en el suelo del baño y que al acercarse a ver qué le pasaba a su padre, me abracé a él, yo recuerdo cómo me acariciaba la cabeza intentando calmarme... tenía 3 años).

Tras todo esto, terminé el módulo y empecé a hacer las prácticas en una empresa de telecomunicaciones, en la cual no aprendí mucho, aprendí gracias a mi tutor, pero no gracias al entorno de trabajo, a los 3 meses, terminé las prácticas y me fui a Gijón a despejarme, estando allí, me llamaron de una empresa para empezar a trabajar en Octubre y acepté, al mes me llegó una carta de mi mujer pidiéndome la separación, intenté hacerme con mi hijo antes de todo eso, pero ella me amenazaba con denunciarme por acoso, me llegó a decir "tú verás si es que quieres volver a ver a tu hijo", y cosas similares, al menos, tuvo la "decencia" ese año de preguntarme si el "otro" le podía regalar un libro de Winnie The Pooh para reyes... con el cadaver aún caliente (me echó el 6 de diciembre, así que os podéis imaginar cómo de caliente estaba).

Durante todo este tiempo estuve con ayuda psicológica en el centro de salud mental de La Victoria, tratamiento que duró 4 años largos y al cual estoy muy agradecido a Jose María, el psicólogo que me trató y que consiguió que volviese a valorarme algo, mi exmujer consiguió que no me valorase, ni como hombre, ni como persona, destrozó mi identidad totalmente y era incapaz de valorarme...

Empecé en Atos Origin Promotions el 2 de Octubre del 2007, como becario en prácticas y estuve así 6 meses, durante ese periodo tuve la demanda por separación, en la cual mi ex mujer se quedó con todo, la casa, el coche y todo lo demás (los dos primeros, me parecen bien, porque ya eran suyos antes de casarnos, pero todo lo que estaba en la casa, era de los dos, eso no me pareció nada justo), la custodia del niño (por aquellas no existía la custodia compartida), se la dieron a ella, porque "ella tiene un núcleo familiar estable para el niño, ya que ha rehecho su vida con otra persona, sin embargo, el padre está viviendo con los abuelos del niño y eso da un entorno desestructurado que puede confundir la educación del pequeño", también me pidieron el máximo posible como pensión alimenticia, el 30% de mis ingresos, en ese momento me había comprado un coche que estaba pagando a plazos para poder ir a trabajar y me dijeron que eso no era motivo suficiente para reducir la cuantía de la pensión ya que "el coche no es esencial para el desempeño de su vida, hay unos autobuses magníficos que van al parque tecnológico, por lo que el coche es un lujo que ha querido darse el padre", ahí me gané una multa por desacato al preguntar al estrado "¿Por cuánto quieren ustedes cuantificar lo que quiero a mi hijo?"...

A los meses llegó la segunda sentencia de la cual no me enteré porque mi abogado era un imbécil y un irresponsable, que me asignaron de oficio porque yo no podía pagarme uno, y ahí dijeron que todo lo que tenía la casa era suyo y se fijaba de manera definitiva la cuantía de la pensión alimenticia de mi hijo, a esa sentencia, que era ya la de divorcio, mi exmujer llegó embarazada de su primera hija hija, niña que me tocó ir al registro a decir que no era mía porque; claro, las fechas decían que había sido concebida durante el matrimonio...

Estuve 4 años sólo, veía a mi hijo un fin de semana de cada dos y la mitad de las vacaciones, tuve que aguantar cómo me llamaba "papá Abel" porque el otro también era papá... cosas que le inculcaron desde la otra parte, o que mi hijo hacía el doble de regalos para el día del padre o tener que aguantar desprecios porque pasé a ser el malo de la película, nunca he sido un santo, pero tampoco he sido mala persona, así que nunca he entendido porqué mi ex me ha llegado odiar y me odia tanto si yo no le hice nada, no fui yo el que se fue de casa, ni fui yo el que fue varias veces infiel, siempre la respeté y mi hijo puede atestiguar que nunca he dicho una mala palabra de ella en su presencia por respeto a mi hijo, porque es su madre, un respeto que siempre he pedido y que nunca he recibido...

Conocí a varias chicas después de mi ex, estuve con varias y a cual más loca, con ninguna hubo nada serio ni estable, no me encontraba cómodo con ninguna (menudo ojo que he tenido siempre para las mujeres), hasta que conocí a una chica a principios del 2010, a todas les contaba mi situación "divorciado y con un hijo de X años", esto servía siempre de criba, muchas me han dicho que no al saber las "cargas" que tenía (lógico por otro lado viendo los rangos de edades en los que me movía), pero a esta chica le dio igual, le daba miedo que el niño fuese el que le rechazase, pero quería estar conmigo, y yo con ella. Empezamos a salir juntos y es como si llevásemos una vida entera, nos compenetrábamos muy bien, nos gustaban las mismas cosas y hacíamos todo juntos. Encontré lo que la gente llama "un alma gemela" y con ella sigo desde entonces.

Estuve casi 5 años trabajando en la misma empresa, fui progresando en mi carrera, pero me estanqué y me harté de ver cómo a gente que no se lo merecía les reconocían cosas que yo creía que a mi sí me tenían que reconocer, así que me ofrecieron irme y cambié de empresa, acabé en una empresa de Valladolid, que me subcontrató a una empresa de Madrid, que me tenía subcontratado a un proyecto de Telefónica, que subcontrataba el trabajo al BBVA, vamos, lo más normal en este sector, estuve yendo y viniendo de Madrid todos los días durante 3 meses, mi hijo decía que papá siempre está cansado y no quiere jugar con él los fines de semana. Me levantaba a las 4:00 de la mañana para ir a la estación de tren, coger un tren a Madrid, llegar a las oficina antes de las 8:00, currar hasta las 18:00 para ir a coger el tren de vuelta y llegar a casa a las 21:00, cenar e irme a la cama, así durante 3 meses. Hasta que un compañero entró a trabajar conmigo en la empresa y propusimos (a la empresa de Valladolid), que en vez de pagarnos el tren, nos pagase el alquiler de un piso en Madrid, y estuvimos compartiendo piso allí, al poco de hacerlo, nos echaron a los dos del proyecto y nos quedamos en el paro. Durante este periodo me vieron algo raro en las vértebras lumbares, parece ser que tenía acuñadas de una manera extraña un par de ellas y se barajó la posibilidad de tener que operarme y colocarme un disco, con el "cuento" de tener que ir a trabajar a Madrid, no podría recibir un tratamiento de recuperación y esto cayó en el olvido, salvo días puntuales, no me daban mucha guerra...

Tras muchas entrevistas sin éxito, acabamos volviendo a Valladolid y empecé a trabajar en el Hospital Rio Hortega, para el mantenimiento de una serie de aplicativos, a los pocos meses acabamos trabajando en el desarrollo de uno nuevo, allí estuve trabajando desde el 2012, hasta el 2015 y acabamos a malas con los dueños de la empresa, eran bastante impresentables, por decirlo finamente.
Sin embargo en esta etapa conocí a gente muy interesante y que merecen mucho la pena. Un día, trabajando en el hospital, empecé a tener muchos dolores en los ojos y los tenía rojísimos, y me llevaron a urgencias, me diagnosticaron una Uveitis y "gracias" a esta, detectaron que tenía Espondilitis Anquilosante, una enfermedad autoinmune degenerativa que va cargándose los tejidos blandos entre las articulaciones (principalmente las de las vértebras, pero ataca también a las extremidades), y acaba fusionando los huesos y "anquilosa" el cuerpo limitando su movimiento, además de que es una enfermedad que da cansancio y dolor crónico.

Durante este periodo un buen amigo me dijo "sácate el carnet de moto y cómprate una moto, que serás mucho más feliz", y así lo hice, me saqué el carné de moto, examinándome en Pingüinos (¿Qué puede haber más motero que eso?), y comprándome una moto poco tiempo después.

Gracias a esto último, conocí a un grupo de gente excelente, y entré en el mundo de la moto, que siempre me llamó la atención pero a mi madre le daba mucho miedo así que nunca me decidí por tener una, si a eso le sumamos que fui padre muy pronto, pues nunca me atreví a dar el paso, luego con el diagnóstico de la Espondilitis, y sabiendo que algún día no podré montar en moto, dije, mejor hacerlo ahora y quedarme con la cosa de no poder hacerlo más, a no envejecer y arrepentirme de las cosas que no he hecho por miedo o por la propia enfermedad.

Como dije antes, volví a quedarme en paro, y esta fue la vez que más tiempo estuve sin trabajo y que peor lo pasé, estuve 7 meses sin trabajar y realicé más de 70 entrevistas de trabajo, ya iba de lo más "desenfadado" a las entrevistas, al final siempre acababa oyendo el "gracias, ya le llamaremos" o "es que su CV está demasiado cualificado para el puesto que ofertamos", o lo que es lo mismo "nos va a pedir usted mucho por el trabajo que queremos que haga". Hasta que me hicieron una entrevista a través de una subcontrata (ANC NET, a los cuales estoy treméndamente agradecido, se portaron conmigo genial y Jose Carlos es una persona maravillosa), y me subcontrataron a Connectis, en el cual entré a un proyecto que era para unos pocos meses, pero era trabajo. Al finalizar el proyecto, la gente de ANC no encontraba más proyectos en Valladolid, y me tocaría volver a Madrid, cosa que no estaba dispuesto, ya que con los problemas de salud, ya se me empezaba a hacer cuesta arriba lo de viajar y me cansaba muchísimo. Así que; tras mucho pelear, uno de los jefes de Connectis consiguió que uno de los proyectos se quedase en Valladolid y me ofrecieron trabajo para quedarme allí con ellos, y allí sigo desde entonces, estoy contentísimo con mi trabajo y me siento muy valorado y querido por mis compañeros, además de que siento que allí me tratan como a una persona y no como a un número. Son muy conscientes de mis problemas de salud y comprensivos con mis salidas frecuentes al médico, además de que han hecho lo posible para adaptar el trabajo a mi situación, dejándome trabajar desde casa cuando estoy mal o poniéndome una silla adaptada para estar más cómodo en la oficina.

Durante este periodo, conseguimos comprarnos una casa mi actual pareja y yo, y hemos conseguido vivir nuestra independencia, hay días buenos y días mejores, pero ahora mismo ya no vivo pesadillas, al menos, no pesadillas tan gordas. También adoptamos a una pequeña perrita, Leia, la cual vino a nuestra vida a destruir cosas pero a llenar nuestros días de mucho cariño.

A todas estas idas y venidas de médicos, a principios del 2018 me diagnosticaron Crohn, otra enfermedad autoinmune que ataca al aparato digestivo provocando inflamaciones en este y realizando estrechamientos en el conducto, provocando cólicos de gases y estreñimientos, así como muchos dolores. Así que, por todo lo que tengo (Uveitis, Espondilitis y Crohn), me han metido en un tratamiento experimental, una quimio biológica que me tengo que ir a dar al hospital de manera regular y que hace que ande revuelto un par de días, pero gano en calidad de vida (más o menos), tengo algunos días buenos y otros días muy malos, pero es con lo que me toca aprender a vivir el resto de años que me queden.

Este 2018 que se acaba de ir, se ha llevado muchas cosas, se ha llevado a gente buena y se ha llevado a mi perrita Lluna, después de 14 años con ella. También estábamos preparando nuestra boda para el 2019, pero por culpa de varias averías y de un hostelero impresentable, no vamos a poder celebrarla (si, después de todo lo que he pasado, parece ser que no he aprendido jajaja).

Y ya, como punto final a esta parte de mi biografía y agradeciéndote que hayas llegado hasta aquí leyendo, quiero terminar con un par de reflexiones y con un pequeño análisis a la que ha sido la relación con mi hijo hasta ahora. Como reflexión, agradezco mucho a las personas con las que me he cruzado a lo largo de mi vida, me han enseñado mucho tanto para bien, como para mal y de todos he aprendido, había un chico que conocí que el pobre murió en un accidente de coche que me dijo una vez "El día que me encuentre una persona de la cual no pueda aprender nada, ese día, habré acabado mi búsqueda, porque ya estaré muerto", y en cierto modo tenía razón, hay que "vivir" a la gente, de todo el mundo se aprende algo y nadie es más que otro nunca, no hay seres superiores entre las personas, ni unos valen más que otros, pero sí hay gente que es más importante para cada uno, ahí radica la diferencia, de la misma manera que un lazo de sangre no hace más importante a una persona que a otra, tengo familiares que no les deseo ningún mal, pero tampoco me importa especialmente su vida y tengo amigos por los que daría un brazo o los dos, aunque en esto también entra en juego la reciprocidad de las acciones. Me he encontrado con personas maravillosas, como os expliqué antes, durante mi época de estudios me moví muchísimo así que nunca conseguí mantener "amigos de infancia" y el 99% de las amistades que tengo las he hecho de bien adulto, lo cual no quita validez a esas amistades, tengo amigos que son como auténticos hermanos:

Quiero empezar por mi propio hermano Víctor y por sus amigos, ya que cuando me quedé solo durante el divorcio, me arropasteis entre todos y me hicisteis más llevadero todo, no me dejasteis de lado y cuidasteis de mi, y; por ello, os estaré eternamente agradecido: Charly, Sergios, July, Pedro, Inés, Negro, en fin... a todos vosotros, Gracias.

Fernando tu amistad es algo que valoro muchísimo, eres de esas personas que, en cuanto me pasa algo bueno, quiero llamarte para contártelo además de buscar tu consejo cuando ocurre algo malo, hemos compartido muchas cosas y espero seguir haciéndolo el resto de mis días, te debo mucho.
Con RR me pasa algo similar, eres (aunque parezca increíble), esa voz de la cordura que necesito escuchar cuando no oigo más que gritos locos a mi alrededor, cuando todo se derrumba eres ese pilar (nunca mejor dicho), que sujeta todo y muestra que hay una pequeña luz al final del túnel.
Paquito, de ti no puedo decir nada que sea malo, dispuesto siempre a todo, de esas personas que no tienen un "¿Qué problema hay?" en la boca, si no un "vamos a ver cómo lo arreglamos", dispuesto y valiente, noble y leal, nos unió la moto, pero nuestra amistad va más allá, gracias por todo lo que me das. Y sabes que soy un "enamorado" de tu familia, adoro a tus niñas, menudo tesoro que tienes en casa, hazme el favor de cuidar bien de esas dos ;)

Hay tantos que ahora formáis parte de mi vida que me voy a sentir culpable de no mencionaros a todos: Juan Carlos, Johna, Bernar, Cati, Carazo, Jess, Mini, Elena, La gente de Espíritu Custom en general (mi segunda familia), Rubenillo (toda la vida siendo vecinos y no te voy a olvidar nunca), Blazquez, Ojeda, Bermejo, Javi, Gatón, much@s compañer@s del trabajo, gracias por hacer mi día a día más ameno e interesante.

y voy a terminar con las reflexiones que ya me he puesto demasiado profundo para el final de mi biografía.

Como cierre, estas palabras se las dedico a mi hijo, lo que hay en este texto es la mayoría de lo que vivió tu padre, hay cosas que están omitidas y hay otras que; seguramente, estén cambiadas por cómo las recuerdo o cómo las viví, como ya te dije una vez ¿tienes que creerte todo lo que te digo? la respuesta es clara, NO, esta es mi versión y; en los casos que nos afecta a ambos, tu madre tendrá la suya, no nos creas a ninguno de los dos, lo que tienes que hacer es ver en qué puntos coincidimos los dos y eso es inequívocamente cierto, el resto, son los puntos de vista de cada uno y lo que para uno pudo ser una pesadilla para el otro puede haber sido una bendición el caso es que no tienes que dejar que nadie influya en tu manera de ver las cosas, ni en la percepción de tu entorno, tienes que ser tú mismo quien labre su manera de pensar, tu madre y yo hemos hecho nuestras vidas, mejor o peor, pero son nuestros aciertos y equivocaciones, nadie más es responsable de ellos más que nosotros mismos, así que ahora te toca a ti tener tus éxitos y fracasos, yo estaré siempre a tu lado para aconsejarte pero la última palabra es tuya, y de nadie más. Hemos hecho los dos, tú y yo, muchas cosas mal para el uno y el otro, y nos hemos hecho daño, me siento en la necesidad de pedirte disculpas, siento que podía haber hecho más, que podía haber luchado por evitar que todo esto te salpicase, nunca quise que pasases por esto, no te lo mereces, nadie se merece ver cómo sus padres se separan, ver cómo su familia se rompe y ver cómo su madre y su padre acaban cada uno por un lado. Has ganado cosas positivas, tienes dos hermanas que te quieren mucho, y por la parte que mejor puedo hablar, Nere siempre te ha querido y ha buscado lo mejor para ti de una manera u otra, no podría estar con ella si no fuese de esa manera, ella ha sabido desde el principio que estabas ahí y que eres de lo más importante de mi vida. Y, como último consejo, no tengas miedo a cometer errores, la vida está para cometerlos, por eso el inventor del lápiz puso una goma en el otro extremo, sabía que en algún momento se iba a equivocar y tendría que borrar.

De nuevo, gracias por haber dedicado (bastante), tiempo a saber un poco cómo ha sido mi vida y leer mis reflexiones, espero que este escrito no esté dedicado al ecuador de mi vida y consiga vivir más allá de los 70, y; si no lo consigo, al menos quedará esto escrito y perdurará lo que duren los servidores de Blogger.

Nos vemos.

Abel


1 comentario:

Juan LM dijo...

Bueno, si lo imprimimos durará muchos años más en un trozo de papel...
Solo quería decirte un par de cosas, quedará por escrito. La vida es un tobogán y, además, nunca nada en ella es perfecto por completo. Tampoco imperfecto completo. Eso es lo bonito, porque en la imperfección está la perfección... Y tú tienes a Gabriel, a Nere que te quiere un montón -eso se ve-, a tu familia, tus amigos y compañeros. También tienes tus achaques y los malos momentos que van de serie algunos y otros no tanto. Todo sueño tiene su pesadilla y toda pesadilla su sueño. Disfruta del Sueño que te ha tocado vivir, porque es emocionante, lo es, que nadie ni nada quiera hacerte ver lo contrario. Entre lágrimas te lo digo; te quiero, Amigo.

Un fuerte abrazo