domingo, 8 de marzo de 2009

Cuaderno de bitácora nota 2

Buenas,

vamos con la segunda parte de mi "mini diario", este fin de semana ha sido interesante, he ido con mi hijo al parque; ya que hizo un tiempo medianamente decente, a que el hombre se recorriera toda la zona verde que hay detrás de mi casa con su bicicleta. Yo aproveché para llevar un balón y enseñar al tierno infante el noble arte de humillar a tu padre al futbol jajaja. Y es que está claro, ni mi hijo es Messi ni yo tengo el aguante que tenía antaño, tengo tanto fondo como un octogenario en silla de ruedas y con respiración asistida.

Esta claro, seguir el ritmo de un crío es cuestión de valientes y de atletas olímpicos como mínimo, yo no sé si os pasa a vosotros pero a mi, en cuestión de jugar, mi hijo puede siempre conmigo jajaja.

Da gusto ver como un niño se alegra con tan poco, o como el mundo para ellos es un lugar precioso y feliz, espero que siga siendo así para él eternamente, o al menos, hasta que sea consciente de la realidad. Yo me acuerdo que cuando era niño las cosas eran más sencillas, tus quejas las arreglabas diciendo: "No vale" o los problemas se solucionaban con un "empezamos otra vez". Además para todo el mundo tenías cosas extraordinarias; esto me lo recordó este sábado mi hijo, "A que tu no sabes hacer esto", cuantas veces habremos dicho eso. Estoy intentando que juegue a las mismas cosas que jugué yo a su edad, yo recuerdo que tuve una infancia bastante buena, a parte de los típicos abusones y de mi experiencia frustrada de aprender a montar en bici (sé montar pero aprendí bien a palos), y me gustaría que el también la tuviera, como padre se busca lo mejor para un hijo.

La última vez que estuve con él en la playa, me llevé una bolsa con unos ciclistas pequeños de plástico y paseamos por los bares de la zona pidiendo chapas, me acuerdo que uno de los camareros, el cual ya peinaba canas (en el poco pelo que le quedaba), y las marcas del tiempo hacían mella en su cara, me dijo con cara nostálgica "hacía años que nadie venía pidiendo chapas". Nos dispusimos en la playa a hacer un circuito para correr con las chapas, cuando terminamos y empezamos a jugar, varios niños de alrededor se acercaron para ver que hacíamos el pequeñajo y yo. Al final acabamos jugando unos cuantos niños con las chapas. Fue un gran día, nos lo pasamos los dos como autenticos enanos.

Bueno, creo que no tengo nada más que contaros por hoy. Espero que vuestro fin de semana haya sido bueno. Un saludo a todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tampoco cuesta mucho cansarte a tí. Ya eres un viejo lobo de mar, jeje. Ya ni me acordaba de como se jugaban a las chapas. Yo era más de canicas, de cristal con sus detallitos internos. O de peonzas con cabeza, haciendo malabares con ellas en las manos. En cuanto a lo de la bici, la cuestión es siempre pensar que te están sujetando, hasta que ves que ya no te están sujetando. jeej

Un saludo